Monday, October 10, 2011

El Zahir

El Zahir se me hizo un cuento muy interesante porque Borges se refiere a Borges en el cuento; así que da la posibilidad de que sea él el personaje principal/narrador, o que sea otra persona que simplemente se refiere a este autor. En este cuento, se juega mucho con la inclusión del lector, por ejemplo, el narrador nos deja saber que estaba interesado en Teodelina Villar a través de una cita breve donde dice: “Quizá ya lo haya sospechado el lector” (121).  Entonces, todo el relato es interrogado por cuestiones como la anterior. Hay un momento donde me perdí porque el narrador comienza a decir que en esos días decidió escribir un cuento y me pareció que era Borges mismo explicándole al lector los pasos que se toman para escribir y terminar esta escritura. Por lo tanto, la voz de Borges me pareció muy presente en este cuento, obviamente está presente en todos sus cuentos, en fin, él es el autor; pero en este cuento más que en otros, Borges se involucra en la vida de sus personajes. Esto nos lleva a otra característica Borgeana que es que él escribe de una forma autobiográfica.
Pasando a otro tema interesante, y quizás el más interesante de este cuento, y que lleva su título, el simbolismo del Zahir. A continuación, citare los momentos claves de este cuento que dan (hasta cierto punto) la simbología de Zahir: “Pedí una caña de naranja; en el vuelto me dieron el Zahir; lo miré un instante; salí a la calle, tal vez con un principio de fiebre” (122); “(…) pedí una caña y la pague con el Zahir” (124); “(…) cuya imagen acaba por enloquecer a la gente” (127); “Ya no percibiré el universo, percibiré el Zahir” (131); “Otros sonaran que estoy loco y yo con el Zahir” (131); “Quizá yo acabe por gastar el Zahir a fuerza de pensarlo y de repensarlo, quizá detrás de la moneda esté Dios” (132). Entonces, en la primera cita, sabemos que este Zahir trae un misterio con el porqué su dueño desde luego, siente los síntomas de la fiebre. Esto establece que no se siente “normal” pero no sabe la razón, cuando de deshace de esta moneda, trata de no pensar en ella, pero se le hace imposible. Por lo tanto, sabemos que la moneda lo tiene poseído, cosa que se ejemplifica en la cita de la página 27, porque enloquece. En fin, este narrador protagónico (que puede ser Borges) termina alabando al Zahir y es la razón por la que vive; irónicamente también nos da la opción de que puede ser Dios. Por lo tanto, este Zahir representa una pieza de enloquecimiento y una entrega total del alma a algo material. Si lo conectamos con el materialismo de la vida, tal vez puede representar a todas las cosas materiales que la humanidad termina por alabar sobre cualquier otra cosa.

1 comment:

  1. "Por lo tanto, la voz de Borges me pareció muy presente en este cuento"

    Lo mismo pensé cuando leí "El Aleph", hay elementos que me parecen autobiográficos cómo el hecho de que el narrador, "Borges", viene a la casa de Beatriz "con módicas ofrendas de libros"(176), y sabemos que el real Borges es fanático de libros... Entonces, a través de la lectura, comienzo a asociar el narrador con Borges...

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