Monday, November 14, 2011

La intrusa


            En general, encontré este libro de Borges algo interesante. Me recordó mucho a Historia universal de la infamia en el sentido de que mucho de los cuentos tenían una especie de moraleja o un final didáctico. En el primer cuento “La intrusa,” la hermandad entre Eduardo y Cristián es mas “fuerte” que el amor que le tenían a la misma mujer. De una manera muy extraña, los dos buscaban formas de hacer crecer esta relación; sin embargo, nunca iban a poder ser felices porque ambos compartían a una mujer y en realidad, los sentimientos humanos son fuertes, por lo tanto, eventualmente, uno debería de concederle la mujer al otro. Pero no sucede así, Cristián toma la responsabilidad de matarla y Eduardo le ayuda con el traslado del cuerpo a un lugar remoto. Si hago esta breve sinopsis es porque creo importante investigar el papel de los hermanos. Cristian, el mayor, fue el primero en tocar a esta mujer, se puede decir que era de él, y también fue el último en tocarla. Eduardo, por ser el menor, tenía el corazón de Juliana y él le correspondía. Entonces, la hermandad no era tan fuerte como ellos daban a entender. Cristián, por celos y por no poder soportar que esta mujer quisiera más a su hermano que a él, decide que lo mejor es matarla a ella, porque si no, siempre sería un obstáculo para su hermandad. Más aun, en varios instantes en el cuento, el narrador se refiere a Eduardo como el otro, desplazándolo de su nombre propio, estableciendo que su hermano tiene cierta autoridad sobre él: “Cristián cobró la suma y la dividió después con el otro” (17). Aquí, vemos que el mayor hace los negocios y el menor simplemente los observa, al lado, siendo el otro. Después, “Entró; adentro estaba el otro, esperando su turno” (ibid). Una vez más, Eduardo ya no tiene nombre propio, reafirmando que independientemente de sus acciones o sentimientos, nunca será tan importante como su hermano, ni después de la muerte de éste, porque se supone que Eduardo es el que está redactando esta historia en el velorio de su hermano. En fin, el narrador dice que “Caín andaba por ahí, pero el cariño entre los hermanos era muy grande…” (Ibid); pero, ¿realmente era tan grande ese cariño? ¿Realmente eran tan fuertes? No sé, porque el hecho de que no puedan vivir y crecer de esta experiencia con la presencia de Juliana demuestra debilidad. Caín sí estaba ahí, y sí logro su propósito de una manera indirecta, los hermanos no estuvieron en un duelo físico, pero si en un duelo emocional donde la muerte de la mujer y su amor, simboliza la muerte emocional de ambos.         

2 comments:

  1. Me gusta mucho lo que has escrito sobre este cuento.

    El hecho de que Eduardo sea el 'otro' me hace pensar de varios cuentos de Borges donde él introduce un personaje ajeno...por ejemplo en "El hombre de la esquina rosada": el Corralero es del norte y entonces un extranjero en la ciudad

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  2. Cynthia: A mí también me hizo recordar esta colección a La historia universal de la infamia. Ambos son una exposición de personajes con un tema central.

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